Introducción general y lógica, por Roger Verneaux, fragmento.
"La auténtica dificultad consiste en que el filósofo cristiano, arguyen sus
adversarios, sabe por adelantado adonde va; aborda, pues, los
problemas filosóficos con un prejuicio metido en su espíritu, y no busca realmente la verdad. Cuando santo Tomas se pregunta, por ejemplos si Dios existe, Utrum Deus sit, no hace más que pura retorica: no se plantea realmente el
problema porque sabe de antemano la respuesta.
Intentemos resolver esta dificultad. ¿Es la fe un prejuicio? Si. No temamos afirmarlo, porque nadie aborda un problema sin tener algún prejuicio, es decir, sin haberse forjado alguna idea de lo que va a probar. El hombre es un animal racional, la
educación recibida lo ha marcado para toda su vida, y su medio ambiente y sus lecturas han ejercido una honda influencia en su mentalidad. Querer purgar el espíritu de todo prejuicio antes da empezar a filosofar, como pretendía Descartes mediante su duda metódica, es sencillamente perder el tiempo.
Ni Descartes ni nadie lo ha logrado jamás; para ello será necesario vivir y pensar solo, lo que evidentemente es imposible. El peor prejuicio es creer que se está libre de prejuicios..."
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