El amor como prueba de la relación espiritual con Dios
El contraste entre conocimiento y no conocimiento de Dios parece ser un tema que produjo cierto impacto en Juan. Aparte de aquí tocó también esta cuestión en el evangelio que lleva su nombre (15:21, 16:2-3). De estos versículos se desprende que uno puede decir servir a Dios, y tener sin embargo nociones totalmente erradas de su carácter y voluntad. La persecución a Cristo y sus discípulos por parte de los gobernantes de Israel demostraba que estos no habían entendido ni el plan ni el mensaje divino.El verdadero conocimiento de Dios conduce a actuar de acuerdo a su voluntad, y esta obediencia obra a su vez como prueba del conocimiento. El entender el carácter de Cristo, su corazón bondadoso, su amor, su humildad, su grandeza y nuestra necesidad de Él, es un conocimiento que nos impulsa a actuar conforme a sus mandamientos.
En su primera epístola Juan dedica unos cuantos renglones a resaltar particularmente el mandamiento referido al amor entre los creyentes (2:7-11). Este mandamiento parece reflejar de forma especial el conocimiento de Cristo. El que no ama a su hermano está en tinieblas, no tiene un verdadero entendimiento y es como si andara a ciegas. Pero el que lo ama, tiene en sí mismo una prueba tangible del progreso de su relación espiritual con Cristo, de que está en luz, y de que el amor de Dios se ha perfeccionado en él.
2 comentarios:
Siempre me ha encantado leer a Juan. Es muy bueno tener en mente cuando uno lo lee, el ver el cambio que el Señor hizo en él, para pasar de ser un "hijo del trueno" al "Apóstol del Amor".
¡Gracias, Guille por ponerlo! Es un gusto poder pasar de nuevo por tu blog.
Un saludo afectuoso.
Gracias Isa! Un gusto, como siempre... Saludos!
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