"La forma en que oramos revela los deseos de nuestro corazón. Y los deseos de nuestro corazón revelan cuál es nuestro tesoro. Y si nuestro tesoro no es Cristo, pereceremos."
"Ellos sabían que Cristo no estaba llamando a la iglesia para sacar provecho de la misericordia de Dios para ganancia material. La oración era para glorificar a Dios y magnificar a su Hijo. 'Y todo lo que pidiereis Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo' (Jn. 14:13)".
"La iglesia primitiva sabía que al orar, una persona podía hacer de Dios un sirviente al no desear a Dios sino solo sus dones. 'Pedís, y no recibís', dijo Santiago, 'porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites' (Stg. 4:3)".
"No es incorrecto desear los dones de Dios y pedirlos. La mayoría de las oraciones en la Biblia son por dones de Dios. Pero debemos desear cada don por el hecho de que nos muestra y nos da más de Él".
“La oración sin meditación en la Palabra de Dios se desintegrará en espiritualidad humanista. Simplemente reflejará nuestras propias ideas y sentimientos de personas caídas, no los de Dios.”
"Sin la oración trataremos de cumplir la Palabra con nuestras propias fuerzas y pensaremos que estamos lográndolo, convirtiéndonos así en orgullosos fariseos; o nos daremos cuenta de que no lo logramos y claudicaremos desesperados”.
"¿Cómo se podría glorificar a Cristo si el Espíritu crea en nosotros todo tipo de buenos sentimientos sin referencia alguna a Jesucristo, su cruz y su resurrección? No se podría. Así que la manera en que el Espíritu inspira y sustenta el gozo en nuestra vida es capacitándonos humilde y quietamente para ver la belleza de Cristo en la Palabra".
"La oración es, por lo tanto, no solo lo que mide nuestro corazón, revelando lo que realmente desea; es también el remedio indispensable para nuestro corazón cuando no deseamos a Dios como debiéramos".
"...parece ser que la oración continua y la acción de gracias son la clave para el gozo en Dios que hace a una persona perdurable y fructífera en relación con todo tipo de personas."
"…una clave bíblica para mantener el gozo en Dios y en su Palabra es orar sin cesar.” “hay un espíritu de dependencia que debe pernear todo lo que hacemos. Este es el espíritu y la esencia de la oración. Así que, aun cuando no estemos hablando concientemente a Dios, hay una profunda y continua dependencia de Él que está entretejida en el corazón de fe. En este sentido, nosotros 'oramos' o tenemos espíritu de oración constantemente".
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1 comentario:
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Me gusta tu forma de escribir y hasta con tu forma de pensar tengo muchas coincidencias así que te amenazo muy seriamente con volver.
Un abrazo.
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