Citas de François de Fénelon extraidas del libro de Gene Edwards "Cien días en el lugar secreto".
Muchas veces, cuando sufrimos es la vida de nuestra propia naturaleza la que nos causa dolor. Cuando alguien está muerto, no sufre. Si estuvieras totalmente muerto a tu vieja naturaleza, ya no sentirías muchos de los dolores que ahora te molestan.
Permíteme advertirte que si alejas de ti la cruz, tus circunstancias se van a volver doblemente difíciles de soportar. A la larga, es más duro vivir con el dolor de resistirse a la cruz, que la cruz misma.
Aprende a sufrir con sencillez y con un corazón lleno de amor. Si lo haces, no sólo vas a ser feliz a pesar de la cruz, sino también a causa de ella misma. Al amor le agrada sufrir por el Bienamado. La cruz que te conforma a su imagen es un lazo que consolida el amor entre tú y Él.
Dios puede hallar y destruir las raíces del amor propio. Tu, por ti solo, nunca hallarías esas raíces escondidas. Dios puede ver toda la senda del amor propio dentro de tu corazón. Deja que sea El quien ataque ese amor propio en su punto más fuerte.
Pablo te dice que quieres estar vestido, pero es necesario que te desnudes antes de poderte revestir de Cristo. Permítele que te quite tu amor propio en todos tus ropajes...
Cristo no deja vacíos dentro de ti. Vas a ser guiado a hacer cosas que vas a hallar agradables, y te van a gustar más que hacer todas las cosas que te han descarriado.
¿Cómo soportas el sufrimiento? En silencio ante Dios. No te perturbes tratando de fabricar una sensación artificial de la presencia divina. Lentamente aprenderás que todos los problemas de tu vida —tu trabajo, tu salud, tus fallos internos— son en realidad curas para el veneno de tu vieja naturaleza.
¿Te preguntas por qué Dios tuvo que hacerte la vida tan difícil? ¿Por qué no te hace bueno sin hacerte desdichado mientras tanto? Claro que lo habría podido hacer, pero no ha decidido hacerlo. Quiere que crezcas poco a poco en lugar de explotar en una madurez instantánea.
Dios usa los desencantos, las desilusiones y los fallos de tu vida para llevarse de ti la confianza y ayudarte a revestirte de confianza en El.
...Dios prepara sucesos que te despeguen de ti mismo y de los demás.
Algunas veces, Dios se lleva sus dones hasta que los puedas poseer con pureza. De no hacerlo, te envenenarían.
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