lunes, 28 de marzo de 2011

Evadiendo la exaltación

Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerlo rey, volvió a retirarse al monte él solo. Juan 6:15

Jesús no sólo estuvo dispuesto a sufrir dolor y desprecio a fin de cumplir la voluntad de Dios, sino que además estuvo dispuesto a evadir lo opuesto, es decir la exaltación, el aplauso y la alabanza humana, si esta no se ajustaba a la divina voluntad.

La tendencia en mi como hombre es marcadamente diferente. Si existe la posibilidad de acceder a alguna posición bien vista por los demás en cualquier esfera de actividad social en la que me desenvuelva, siento la inclinación a afanarme por conseguirla, al punto de estar sumamente ansioso al respecto y de centrar gran parte de mis pensamientos en ello, convirtiéndolo en el centro de mis preocupaciones. Cuando la consecución de ese objetivo, por otra parte se retarda, o se malogra por completo tiendo a sentirme frustrado y decepcionado.

Señor, enseñame a ser como Jesús. Mi objetivo tiene que ser ceñirme a tu voluntad y descansar en ella, y no el buscar posiciones de relevancia o exaltación a nivel social que no estén en tus planes. moldeá mi mente y mi corazón para que piense y sienta de acuerdo a esto. En el nombre de tu Hijo, amén.

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