jueves, 4 de marzo de 2010

Un yanqui en la corte del Rey Arturo y un cristiano en el mundo de hoy (III)

Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?
Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.
Mateo 18:21-22

Así que, por cierto es ya una falta en vosotros que tengáis pleitos entre vosotros mismos. ¿Por qué no sufrís más bien el agravio? ¿Por qué no sufrís más bien el ser defraudados?
1 Cor 6:7

Una primer cuestión importante, entonces, consistiría en el cambio respecto a la persona en que se pone el foco en una situación conflictiva o de desacuerdo. Un segundo aspecto, derivado del anterior, atañe al elemento sobre el que se proyecta la atención en este nuevo enfoque. Este elemento básicamente consiste en la actitud con que se afronta el problema, y la actitud apropiada es presentada por Pablo como aquella caracterizada por la paciencia.

Con respecto a este tópico quisiera destacar dos ideas que encuentro relacionadas entre si. En primer lugar, señalar que este fomento de una actitud paciente, no se da aquí como un caso aislado. Más bien, pareciera desprenderse de los escritos del nuevo testamento, que sus autores entendían la paciencia como un resultado natural y lógico de la madurez espiritual y como necesidad impostergable de los creyentes en todo lo que atañe a su desenvolvimiento social, más allá incluso de casos específicos de desacuerdo o discusión (por ej. Rom 15:1, Gal 5:22-23, Ef 4:1-2, Col 1:10-11, 3:12-13, 1 Tes 5:14, 1 Tim 6:11, 2 Tim 4:2, San 5:9-10, 2 Pedro 1:5-6).

En segundo lugar, tratar de dilucidar un poco un asunto, que se presenta muchas veces confuso a nuestra mente. No creo que cuando actuamos pacientemente (o tenemos cualquier otra actitud acorde a una cosmovisión bíblica), estemos sumando puntos extras o haciendo algo más allá de lo que nos corresponde.

Uno en un trabajo puede tener por ejemplo ciertas tareas asignadas de las cuales es responsable, por las que se le paga y las que se espera que cumpla. Si realiza otras tareas aparte de estas, es un trabajo adicional que realiza por motu propio y que no estaba dentro de sus obligaciones. Entiendo que no sucede así con el, para usar las palabras de Pablo en el texto que tomamos como base, "siervo de Cristo". Intentar vivir de forma congruente con el mensaje contenido en la Escritura, lo que conlleva esforzarse por lograr un carácter paciente, no es algo que tenga un techo más allá del cual podamos estar. Si mi prójimo me ofende continuamente, por ejemplo, no soy virtuoso por aguantarlo hasta cierto punto. Mi aspiración debiera ser amar y ser paciente con el otro a priori, independientemente de las fallas que este luego presente y los errores y ofensas que cometa, incluso contra mí.

(Continúa...)

1 comentario:

Isa dijo...

Sólo el Señor nos puede llevar a la actitud correcta:
Perdonar y perdonar hasta 70 veces 7. ¡Ups! Qué difícil situación.
Pero no debemos de hacer como hacía un hermano que conocimos hace más 20 años: "Pero es que ya voy en el número...X, de que lo he perdonado", ja,ja,ja. Eso, ¡no vale! Es más, una demostración clara de que no se ha comprendido la verdadera enseñanza, je,je. Y pasando a otra cosa, espero que te hayan gustado las piñatas por tu cumpleaños en el manantial, y desde aquí: ¡FELIZ CUMPLEAÑOS GUILLE!