jueves, 3 de julio de 2008

Mundanalidad religiosa

Sigo leyendo El sermóm del monte, de Stott, y estos días me tope con una frase que llamó particularmente mi atención. Dice el escritor hablando acerca de las aspiraciones o ambiciones que un cristiano debiera tener; "La mundanalidad que los cristianos deben evitar puede tomar tanto forma religiosa como secular."1

Generalmente cuando se habla de "mundanos", en nuestras iglesias, se hace en referencia a personas que tienen una forma de vestir o arreglarse diferente a la tradicionalmente aceptada como "evangélica" o que gustan de frecuentar lugares o escuchar música usualmente catalogada como poco cristiana. Esto quizás podríamos llegar a relacionarlo según el criterio que hemos heredado, con lo que Stott llama "mundanalidad secular", pero, es correcto hablar, como lo hace el, de "mundanalidad religiosa"? No es una construcción contradictoria? Religioso por definición no implica no ser mundano?

Cuando la biblia habla del mundo en sentido negativo, se refiere a este como a una de las esferas de la creación, que, habiendo rechazado a Dios, suplanto los principios de este por los suyos propios (por ej. Juan 1:10, 3:19, Ef 2:2) . Cuando hablamos de creyentes mundanos nos referimos entonces a aquellos que viven mas de acuerdo a estos principios que de acuerdo a los de Dios.

Ahora bién, no debemos caer en el reduccionismo de pensar , como suele suceer, que vivir de acuerdo a los pirncipios de Dios significa simplemente evitar ciertos tipos de pecados que los hombres hemos catalogado como peores o mas graves que otros. Este tipo de pensamiento sería erróneo por lo menos por dos claros motivos. Porque:

a) Vivir de acuerdo a los principios de Dios también implica un carácter espiritual caracterizado por el amor a Dios y al prójimo (Mat 22:37-40, Ro 13:8).

b) El pecado no es simplemente un acto exterior sino un estado interior que puede exteriorizarse o no, por lo que el hecho de guardarme en la practica de ciertos pecados no implica que no sea culpable de ellos interiormente. (Mat 5:28, 1 Juan 3:15, Mat 15:19)

De acuerdo a esto no tengo ninguna dificultad para concebir una mundanalidad que como dice Stott "tome forma religiosa". Después de todo la "religión pura y sin macula delante de Dios" suele diferir mucho de lo que el común de la gente entiende por religión.

Se suele llamar religiosa a aquella persona que asiste regularmente a una iglesia, tiene una conducta que coincide con una serie de normas que los hombres hemos prefijado son las que debe cumplir uno para ser tildado de "espiritual", y no cae en pecados facilmente detectables.

La cuestión reside en que ninguna de las características enunciadas en el párrafo precedente excluye la posibilidad de que una persona viva de acuerdo a los principios del mundo mas que de acuerdo a los de Dios, definición de mundano a la que arribamos, de acuerdo a todo lo que esto significa.

Al contrario, puedo concurrir a la iglesia y guardar una serie de normas externas que hagan nacer en mi ciertos sentimiento de superioridad con respecto a quienes no cumplen con estos requisitos. Puedo buscar la aprobación y el aplauso de los hombres a través el trabajo en diversos ministerios y por supuesto puedo hacer todo esto sin el menor asomo de amor hacia Dios y el prójimo.


Hace ya tiempo resuena por los pasillos de nuestras congregaciones, el eco de una terrible alarma: El mundo se esta metiendo en la iglesia! Particularmente pienso que esto cierto, pero se me ocurre sugerir que a lo mejor esto no lo hace en su llamativa versión secular, sino que adopta una forma mas sutil y peligrosa, que bien podríamos denominar, siguiendo a Stott, mundanalidad religiosa.




1 STOTT, JOHN; El SERMON DEL MONTE, Contracultura cristiana, CERTEZA UNIDA, Barcelona, Buenos Aires, La Paz (1998).

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