jueves, 21 de enero de 2010

Ángeles y Demonios

Los demonios no se hacen a partir de ratones malos ni a partir de malas moscas; se hacen a partir de arcángeles.

C.S.Lewis, El gran divorcio

(Pido disculpas si defraudé las expectativas de alquien que guiado por el título llegó hasta aquí esperando encontrar algún contenido relacionado con la novela de Brown. Fue sólo un recurso semiótico, del cual pondría el nombre para lucir importante pero no lo recuerdo. De todas formas, creencias aparte, posiblemente encontremos mas ingenio, inteligencia y talento literario contenidos en este renglón de Lewis que en toda la obra del norteamericano).

viernes, 15 de enero de 2010

Libros cristianos digitalizados

El blog Santa Lectura cuenta con una importante colección de libros digitales, disponibles para descargar. Listo a continuación algunos que me parecen particularmente interesantes, lo más recomendable sería de todas formas visitar el sitio con cierta frecuencia o apuntarse como seguidor, ya que lo renuevan periódicamente agregando nuevos títulos.

miércoles, 13 de enero de 2010

El cuerpo como medio para servir

Romanos 6:13-19,12:1.

Con respecto al tema del post anterior, me quedo pendiente un punto, que preferí tratar aparte para no extenderme, pero me parece interesante y lo encuentro relacionado a lo dicho respecto al servicio cristiano considerado como una actitud ante las circunstancias de la vida en general y no sólo ante actividades ministeriales específicas.

Me refiero al valor que otorga Pablo al componente corporal en su discurso sobre el servir a la justicia. Distinto a una concepción que postule la inutilidad del cuerpo en el plano espiritual, lo que supondría una espiritualidad platónica, mayormente ajena a la realidad práctica del individuo, el apóstol presenta al cuerpo como el vehículo mismo mediante el cual el hombre ha de servir.

Más allá de las divisiones que se puedan hacer, a título analítico, al interior del ser humano, este es un ente íntegro, una totalidad formada, tanto por una parte espiritual como por una física, no pudiendo prescindir ni de la una, ni de la otra.

No puedo vivir en esta tierra independientemente de mi cuerpo. El cuerpo es el vehículo mediante el cual realizamos todas nuestras acciones, y será entonces, necesariamente, el instrumento mediante el cual habremos de servir.

El asimilar este concepto de que a Dios se lo sirve con el cuerpo, este cuerpo nuestro que, por decirlo así, llevamos siempre con nosotros, permite concebir los planos espiritual y físico como entrelazados. Bajo esta perspectiva, el servir a Dios adquiere una dimensión práctica y humana, más próxima a nosotros que la surgida de una confusa dicotomía entre espíritu y cuerpo que desvalorice a este último en términos de utilidad espiritual.

lunes, 11 de enero de 2010

Una visión amplia del servicio cristiano

Me resulta llamativa la forma en que Pablo introduce la relación de los que están en Cristo, con respecto a la justicia, trazando una analogía con la relación existente anteriormente entre estos y el pecado, en la carta a los romanos (Ro 6:13,19)

La idea vertida por el apóstol apunta a que el hombre que vive en Cristo debe servir a la justicia de la misma forma en que antes servia al pecado.

Encuentro que esta comparación destaca cierto elemento de naturalidad en la idea de servicio, distinto a la concepción que habitualmente tenemos de este, como de un conjunto de actividades desarrolladas en ámbitos predominantemente institucionalizados.

Cuando el hombre se encuentra distanciado de Dios, el pecar es lo natural en el. No dedica un tiempo en particular a la programación de sus pecados ni limita estos a ámbitos u ocasiones específicas, sino que el presentar sus miembros al pecado es la consecuencia lógica de su condición.

La consideración entonces, de que de la misma forma el hombre regenerado debe presentar ahora sus miembros para servir a la justicia, brinda una imagen dinámica e integradora de lo que es el servicio, presentándolo, no simplemente como el conjunto de actividades específicas y con objetivos determinados derivados de la reunión con quienes comparten la misma fe, sino como la inclinación espontánea y continua de la persona que vive en Cristo, afectando sus acciones en cada una de sus esferas de actividad.

martes, 5 de enero de 2010

Vida espiritual

Con frecuencia tenemos la tendencia a percibir la vida espiritual como una vida a la que, en cierto modo, se ha vaciado de contenido. Es decir, como si la persona espiritual fuera aquella que habiendo renunciado a todos los postulados, acciones y actitudes que comúnmente forman la base sobre la que se asienta la vida terrenal, queda suspendida en una especie de limbo etéreo, ajena en gran medida a la realidad cotidiana y sumida en cambio en una vida más vale contemplativa.

No es de extrañar que esta clase de vida tenga pocos admiradores.

En el pensamiento de Pablo, la concepción sobre el particular es notablemente diferente. No se trata de un simple "despojarse" o "vaciarse de" sino que conlleva siempre, por otro lado, una acción de apropiarse o llenarse, como contrapartida. No es nunca abandonar un estado sin asumir otro que ocupe el espacio dejado por el primero.

No conformarse a este siglo --> sino transformarse por medio de la renovación de el entendimiento. Rom 12:2

Considerarse muerto al pecado --> pero vivo para Dios en Cristo Jesús. Rom 6:11

De esclavos del pecado --> a siervos de la justicia. Rom 6:17 y 18

No presentar nuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad --> sino a Dios como instrumentos de justicia. Rom 6:13

Las cosas viejas pasaron --> todas son hechas nuevas. 2Co 5:17

Librados de la potestad de las tinieblas --> trasladados al reino del Hijo. Col 1:13

De estar bajo la ley --> a estar bajo la gracia. Rom 6:14

Despojarse del viejo hombre --> vestirse del nuevo. Efe 4:22 y 24

Es cierto que debe haber presente un elemento de despojo o renuncia a cosas pasadas, pero esto no implica un cese de actividades o la supresión de toda satisfacción, anhelo, motivación o búsqueda de objetivos. Esta renuncia debe ser sólo la primer etapa que de paso a un posterior estado de cosas nuevas, en el que esos elementos , componentes de la vida humana no se anulen, sino se replanteen y re-proyecten desde la óptica espiritual de la persona regenerada.